La granja de San Ildefonso

Me encantan los días que surgen sin planear, esos que tienes planeado pasarlo en casa grabando, preparando las publicaciones de la semana dándole forma a la agenda y de repente, todo cambia. Surge un plan alternativo que retoca todo lo planeado. Y el domingo se convierte en un gran día. Y así sin planearlo nos fuimos a Segovia, a visitar La granja de San Ildefonso. Bueno granja, granja…pocos animales vimos, algunos pájaros, unos cuantos patos, un cisne y una preciosa ardilla. Dicen que en invierno aparecen muchos más cuando la multitud humana desaparece, ya os contaré si repetimos qué vemos. Como no sabía muy bien si haría frío o si tendría calor a medio día, decidí ir por la calle de el medio y utilizar algo que me sirviera para ambas opciones. No tenía nada preparado y pensé qué me iba a poner directamente en la ducha mientras me arreglaba. Y al final acerté hacía calor pero tampoco algo desmesurado con lo que con la manga corta me iba bien y al volver si que me entró un poco de frío y fue entonces cuando recurrí a la chaqueta. Al llegar a Madrid nos esperaba la familia para ver la final de baloncesto, bravo por ser capaz de sentar a un país frente al ordenador y por unas horas olvidar todos los problemas y complicaciones y pensar sólo en la felicidad de ganar. Y hoy me quedo con una frase que llevaban precisamente ellos, la selección española de baloncesto en la camiseta al recoger sus medallas, “somos dueños de nuestro destino“, porque de alguna forma en nuestras manos está labrarnos ese camino, porque al final todo tiene su recompensa, o al menos eso me gusta pensar a mi, feliz comienzo de semana, mañana nos “vemos” de nuevo, GRACIAS por formar parte de mi día a día, mañana más y mejor.

chaqueta: tienda local

camiseta: zara

pantalones: primark

reloj: daniel Wellington

pulsera: Pippa Jean

collar: Happiness Boutique