El frío ha vuelto

¿Quién dijo que había llegado el momento de guardar los abrigo y empezar a lucir las prendas de verano?

Lo cierto es que debo reconocer que hubo un día en el que creí que no me volvería a poner ropa de abrigo hasta después del verano pero entonces llega el domingo, vas paseando y…empieza a llover. Lo bueno de ese momento es que vuelves rápido a casa, te pones el pijama y disfrutas de estar en casa (y en el sofá que desde que nos mudamos apenas hemos tenido tiempo de estrenarlo) calentitos mientras ves llover fuera. Es un plan que pocas veces podemos hacer y que debo reconocer que me encanta. Son una de esas pequeñas cosas que me hacen feliz.

En el último año he cambiado mi forma de comprar, aunque sigo comprando y reservando una parte de las compras para aquellas prendas o complementos que yo lamo “antojos”, caprichos de temporada. Con los años he aprendido (y sigo en ello) a comprar con cabeza. Invertir en prendas que te pones sin parar, una y otra vez todo el año. Me encanta saber que te gastas dinero en algo que no dejas de ponerte. Porque si, yo también he caído en comprar cosas que al cabo de un año he descubierto que apenas me la había puesto, con suerte, un par de veces. Y eso…eso no me gusta porque me hace sentir que he tirado el dinero.

Así que podríamos decir que dos de mis mejores compras esta temporada han sido estos jeans de tallo alto y las botas cowboys. Hay semanas que no me he quitado, literalmente, las botas. Y los jeans son mi comodín del público, de hecho no descarto hacerme con unos igual en blanco este verano. Pero eso os lo cuento mañana, os espero con más y mejor.